lunes, 31 de agosto de 2009

*Y que el sol nos descubra bailando*

Ella, que es muy sabia, escribió el otro día que los años empiezan en Agosto. Tiene razón. No hay por qué marcar el principio en Enero, sólo porque lo dijera un... romano? En Septiembre empezábamos el cole, el insti, después la facul, luego el máster, luego la vida inglesa, ser profesora... las agendas empiezan en Septiembre. La vida comenzó en Agosto.

Llega Agosto, con él un año nuevo. Lo celebramos a lo grande, vomitando todas las cosas malas que había bebido el año anterior. Así se recicla. Reciclar es bueno. Porque lo malo se tira. Ya lo tiré, ya casi no lo recuerdo. Lo demás se recicla, pule, y ahí está, otro año.

A lo grande, he dicho. En medio de una crisis mundial. Todo alrededor está en crisis, y no sé cómo afrontarlo o ayudar, porque a veces no me siento dentro. Escapar un año suponía no saber qué encontrar a la vuelta. Intenté mantener un sitio pero era imposible, y ahora hay que rehacerlo. Quizá es mejor tener un sitio nuevo para hacer que recuperar el anterior. Son muchas posibilidades. Y mientras veo al mundo caer en la crisis, escucho y pienso. Y tomo el sol que no me dio en un año. Y es un sol muy grande, el que me da ahora. Adoro al sol.

Y de repente, en Agosto... el futuro. Empieza Septiembre. Busca trabajo, haz la memoria, no puedes entrar en tu habitación, yo a esa edad casi te tenía a ti... Empieza Septiembre, y empezaré a pensar. Ahora. En Septiembre. Lo juro.


Sed felices!!